27 noviembre 2006

MURMULLOS A LA VEDA DEL CAMINO


Deja que el corazón diga.
Recuerda las frases de los labios mordidos.

Guarda un negativo del ultimo as de luz antes de clausurar la mirada.

No ceses de instigar a los relojes para se declaren en huelga.
Que el pulso baile un tango cantado por el Polaco.
Que el potro arrase la llanura,
que beba el vino intenso que drenó su cabalgar.

Que el cuerpo se desgarre por el roce de otro filo.

Que brote la savia candente en cada ángulo que se revela al gozar.
Siente la esencia del oponente. Rapsodia de carne y burbujas.
Cripta de nieve calinosa. Cuadrilátero robado al edén.
No vuelvas al final, llega siempre.
Si lo hiciste por la inercia disparatada de los revolcones, mejor.
Vive gratis y muere costosamente.
Da pelea al disco, al azar traicionero del dado albino
Es más un balbuceo de cobarde que el discurso de un costumbrista pisar la misma baldosa.
Es más de gusano y menos de Adán o Eva memorizar la huella que nos conduce al alimento.
Sabe cuando alimentarte con una sopa y cuando con un dedo manchado de crema.

Distinguir la sobriedad de la ebriedad solo se aprende bebiendo.
Estrecha amistades que soporten la mezquindad del tiempo.
Amplia la geografía de tu menú, tu radio de acción y de tus labios.
Bendita sea la música y que las fieras hayan alterado su calma!!
Piérdete. Si no lo has hecho simplemente camina y dobla a la izquierda cada cinco esquinas.
Que esperas piérdete!!
Entre muchos, en el desierto, tras una bandada de palomas,
entre adoquines con nombres propios y flechas direccionando el sentido.

Murmullos a la veda del camino


Siempre ten cerca otra silla por si alguna sombra se arrima para platicar.

Que esperas piérdete, encuentrate !!!

30 agosto 2006

EL DILUVIO


Las teclas desafinan.
Las notas aun frescas van perdiendo sonido
Hasta que la última falange decida enmudecerlas.

Desde el norte surgió el diluvio
El primer fruto estalló contra el parabrisa de un automóvil gris,
El segundo junto a un perro vagabundo que dormía en la vereda.
El resto fueron racimos enteros
descendiendo desde la arboleda de nubes negras.
Bañando a todos por igual.
El diluvio se abrió camino

Y en distintos pasos todos practicaron la vida.

Los relámpagos descubrieron la fluorescencia opaca de los esqueletos moribundos.
Mientras los truenos paralizaban los cueros adolescentes.
Los enamorados se retrasaban a cada beso
Los locos comenzaron a mortificar a los cobardes danzando alegres con sus caras pintarrajeadas
Los inválidos se aferraron a las baldosas
Los ciegos formaron filas kilométricas para no perderse entre sí
Como los mancos agrupados en un único padecimiento, añorando una caricia.
Los sabios sonreían sin soltar palabras.
Me pareció ver que el perro vagabundo también lo hacia.
Los creyentes armaban barcos con las páginas del Génesis
Un millonario maldecía a su chofer por no dejarle monedas para el próximo tren.
Un pequeño de rizos saltaba entre los charcos con sus botas azules.

Hoy la luz no penetra en mi retina
Las aguas colmaron el último instante.
Los rasgos familiares se han desvanecido.
Entre mis cabellos se lanzan panfletos al mar de los sueños
Botellas mensajeras para el naufrago rezagado
Ajenidad emancipadora
De haber hecho simplemente lo correcto
Cruel destino el de sobrevivir.
Un prismático para el horizonte
Y ningún camalote al rescate
No sé si quiero volver o descubrir

La distancia es de un paso
Tan lejano como la nada y el todo.

Me retraigo
Me abrazo
Mientras observo
Como continua el infatigable romance
de las olas con la orilla.

23 julio 2006

EL PEZ ALADO

Las aspas del ventilador tajean
las flagrantes frases del auditorio.
Miles de burbujas llenan el cuarto,
mientras afuera las luciérnagas ansiosas
aguardan que el anochecer las destaque.
Por una hendija espío
el siniestro cuadro de la discordia.
De mí hablan,
de lo que debo aprender,
de lo que hice.
de lo que ahora en más debo hacer.
Sin un pestañeo sobre el quien
que intento moldear con el cincel.
No tengo con que beber
El licor que se me escurre entre los dedos.
Las botellas siguen cayendo
pronto, harán sangrar mis pies.

Tal y como declaré ante el juez:
El pez se eyectó desde las aguas
batió sus alas dos veces y se precipitó al suelo
Quise salvarlo.
Creí que su única oportunidad era volver.
Les recuerdo que era un pez
Nunca pensé que el reencuentro con las aguas sería fatal

¿Por qué juzgan su acción?
¿Por qué el ser testigo me incrimina o me vuelve víctima?
¿El orden acaso no madura con el desorden?
¿Quien decidió lo que es cara y lo que es revés?
¿Donde empieza el escenario y donde el backstage?

Para las aves el suelo es el cielo,
para los demás el firme concreto.

¿Como salvar a un pez alado?

Calzándonos un par de alas en los brazos
y batiéndolas con todas nuestras fuerzas
demostrar que no tememos al caer
sino al nunca haberlo intentado.

19 junio 2006

LA FORTALEZA

Huir
Tras de mi un portazo agitado.
Se activa la defensa:
Sembradíos de clavijas que se cruzan,
afiladas espinas se tensan,
avivados telones de humo.
Por fin, a salvo mi permanencia.

Cuatro paredes mi fortaleza.
El vigor de su hermetismo se erige en mi consciencia.

Al norte crepitan las chispas de la hoguera
El hacha sabotea el plano sur
El granizo azota el lado oeste.
Mientras al este la pliegan desde los bordes.
Mi guarida me protege.
El último lugar del mundo.
El primer sostén de mi coraza.

Huir.
Escapar a la incertidumbre.
Evitar lo que queda del otro lado del dominio.
Del otro lado, todo.
Afuera: el golpe, el grito y la sirena.
Decisiones desechadas.
El otro rumbo, el camino sin huella.
Lo invisible aprisiona,
se presume hasta desquiciar de potencialidades.
Lo intangible asfixia obeso de abstracción.

Cuatro paredes
mi refugio, la posta y el patíbulo.
El vigor de su hermetismo se debilita con mi apetencia.

¡El salir no incluye el volver!
Aulló la brújula antes de estrellarla contra mi suela.

El refugio de quedarme pone en peligro mi capacidad de ir, contesté.

La pared norte se derrumbó primero.
El humo de la hoguera se percibió un par de días.
Hoy ya nadie recuerda que aquellos escombros fueron una fortaleza.

04 junio 2006

AIRE TRIUNFAL

Aún arde el miedo.
Temor distante al terror.
Cercano a la revolución.
Al huracán que anuncia su orgullosa retirada
Mi piel se vuelve milimétrica
transparenta venas torrentosas.
Un frío bravucón atosiga mi quietud, pero aguardo.
Aprendí a esperar.
El sol ya suspira los aromas del amanecer
Son los segundos finales
de horas atravesadas a los tumbos.
Atacando, retractándome a las trincheras
en la búsqueda por recuperar fuerzas
para embestir con mayor vehemencia.
Desgarrado en miles de sangrantes estrías,
surcos, heridas, tatuajes de contiendas enfrentadas.
Mi fortaleza se alimenta de ellas.
Sin embargo, hoy tiemblo frágil.
Por el ardor cicatrizando.
Por el laurel que corona.
Obsequio fragilidad al cuerpo,
lo libero de la tensión y lo colmo de sosiego
al ver mi espada clavada en el suelo.
Me sostengo en vela
con una sonrisa atascada en el rostro
conteniendo una carcajada sonora y ridícula.
Me lo merezco.
Y soy juez y parte.
Nadie más objetivo que mi espíritu.
Estoy a pasos del “Arco de la gloria”
Pasos de emperador triunfante.
Pero Yo, más.

Ni el certero destino de almas gemelas,
ni la excesiva generosidad de la providencia
te brindan el sabor a satisfacción comparable
tras haber batallado en el frente
y conseguido la anhelada victoria.

A cada paso una batalla.
A cada ser una espada.
El botín y el bando poco importan
sólo el valor de haberla enfrentado.

Pasos de emperador triunfante.

Pero Yo, más.

17 mayo 2006

LO TRASCENDENTE

¿Qué...? No pude oír lo que dijiste. Bajá un poco la radio

¿Ahora me escuchas?

Sí. Sí.

Te estaba haciendo una pregunta

¿Y cuál fue la pregunta?

¿Que es " lo trascendente" para vos?

Manuel dejó el mate a un lado y miró extrañado a su amigo Lucas que seguía atento al camino. Eso sí que es cambiar de tema Luqui, murmuró burlonamente. No te preocupes no te cargo más con Huracán hasta el campeonato que viene.

No seas boludo querés, te pregunto en serio. Creí que ya habías terminado con tu aburrida gastada de todos los años.

Que sensible te puso la ruta! ¿Querés que maneje yo?

No por favor!! Mirá si aparece otra caravana de camiones y perdemos otra media hora mientras te decidís a pasarlos.

Bueno, bueno, lo mío es un problema de timming.

O de huevos.

Ambos se callaron. Hay expresiones tan precisas, que punzan más allá del blanco al que se dirigen.

¿Por que me mirás así?
¿Es que me interesa conocer tu opinión acerca de lo que te pregunté.
¿ Ahora?
¿Y si no, cuando?

Es una pregunta amplísima.

¿Te explico que busco que me respondas? Alguna vez alguien dijo que lo trascendente para él es ser coherente como el azar. Con la casualidad de sentir que la vida es eso: lo que pasó, lo que surge, lo que se transitará.

Obviamente que una respuesta tan enroscada. solo la pudiste haber formulado vos.

Lucas sonrió, sin afirmarlo. Le gustaba parafrasearse, era una de las tantas caras de su egolatría
Igualmente creo comprender tu punto.


Osea que para vos, lo trascendente es lo dado, lo inevitable. Y la predisposición de uno ante los sucesos fortuitos o predecibles ya sean buenos o malos al volverlos trascendentes se le exprime un mayor jugo.

¿Y donde está tu dilema?

Justamente dudar de lo que pienso es mi dilema. Yo creo que vos manejás otro concepto sobre lo que es “trascendental” por eso te pido que me cuentes cual sería tu análisis y obviamente tu conclusión.

No necesito pensarlo tanto mi conclusión es más que sencilla Para mí lo trascendente es: lo importante, lo básico lo impostergable.

Pero no difiere tanto con mi respuesta: lo importante, lo basal, lo impostergable es todo aquello que surge que nos enfrenta y que en ese momento debemos sortear. Y que se vuelve trascendente pues por el simple hecho de ser el paso anterior al siguiente paso.

Tu visión de vivir a pleno cada momento me es agotadora y sobretodo estéril.
Aunque raras veces te he visto fallar y tu capacidad activa a esta altura no de lugar a subestimaciones aveces creo que en vez de estar motivado lo que verdaderamente estás haciendo es ahogar la idea de que te falta una inspiración. Quizá esa sea la razón por la que no distinguís una cosa con otra.

¿Una cosa con otra?

Lo trascendente es aquello que esta por delante de las cosas menores, y que podemos librarnos de esas nimiedades sin titubear si ponen en peligro o retrasan el alcanzar lo trascendente, lo que queremos. Por eso creo amigo que la diferencia entre nuestras respuestas son el clásico equilibrio de los opuestos: donde mi paisaje soñado no es más que uno de esos pequeños platos coloridos que adornan tu chimenea, en contradicción a eso lo trascendental para vos es encontrar el filtro que separe lo valeroso de lo residual.
Cuando uno obtiene todo fácilmente el sabor de cada momento se vuelve insípido.

Lucas miró a su amigo fijamente, y le dirigió una mueca ilegible, híbrida mezcla de desprecio y sumisa afirmación.

Al frente, la ruta se iba alunando de sombras y cobrizas luces del atardecer.

02 mayo 2006

ARTE EN LA GALERIA

Dos copas chocaron
estallaron miles de burbujas.
Una de ellas sonreía
mitad ebria, mitad alegre,
la otra solo buscaba decir algo.
Los demás, anudados
entre corbatas y pieles de leopardo
murmuraban, fisgoneaban,
ni sabían concentrarse en sus tragos.
Los que no las habían notado
también mostraron sus cartas
babeando un marco labrado
trazos y colores
como el rouge en el borde del vaso.
Ellas siguieron una manada
hasta confundirse entre los cueros
yo que las observaba lo supuse
pero sus presas tarde se percataron.
La risa y el dicho inoportuno.
La gracia y el desenfado.
La de la mueca de alegría
subió a un leve estrado.
La sagaz advirtió a los dispersos.
Las copas se llenaron,
las burbujas efervescieron
en las amígdalas acaloradas
Vi ojos que eran solo pupilas,
labios presas de los caninos,
bocas sin clausura,
medias vueltas y miradas de sesgo.
Su voz nacía desde el gemido
mientras sus manos repetían un pase mágico.
El rubor calinoso y sanguíneo
arrebatando el zumbido atónito del auditorio momificado.
Nadie las vio venir.
Algunos creerán más en sus sueños,
otros en cócteles mal calibrados.
La que no sabía como, de pronto lo dijo:
“Despierten los retratos.
Sigan posando modelos de decorados.
El aullido llama a la vida,
al cuerpo a cuerpo,
a salirse de los marcos”.
Sus bocas se confundieron
tomándose por los brazos
su estela dejó un rumor de carcajadas
y un intenso perfume a hoguera de rosas.
El resto, presos de un delirio repentino
profanaban los paños,
bebían los cristales hasta asfixiarlos
aterrados, ignorantes del impulso que los dominaban,
aturdidos en la embriaguez del desahuciado.
Las profetisas se subieron al primer astro
que les prometiera el Universo.
el raid recien comenzaba.
Yo sólo atiné a tenderme sobre el piso
mientras el huracán de alienados
corrían hasta desvanecerse.
Me solté el nudo de la corbata,
y tomé otro trago,
intentando asimilar el arrebato
que aquella encantadora había derramado.
Una más una, la inestabilidad y la levedad.
Múltiples combinaciones para un mismo rostro.
Esparzo letras en el suelo.
Agónico intento para contener la conciencia.
Pellizcos delatores de resurrección repentina,
tras la bofetada vital
que aquella ninfa me asestara.

Arte, en la galería...
Más belleza.
Más vida.



13 abril 2006

RETRACTACIÓN


Debo regresar sobre mis pasos
Atravesar el tedioso zumbido del error haciendo eco.
Pidiendo explicaciones al impulso calculado o palpitado
que me dejara varado en un giro sin fin, como una tuerca sin guía.
Asimilando la derrota.
Saboreando el elixir de la vida.

Las derrotas de infante se tatuaban de por vida
Periodo de tregua.
Prueba y error.
Pero cuando sueltas la mano al cruzar
nadie te cuenta que hay del otro lado.
Quizá por que nadie sabe bien que recomendar
ante las decisiones y el andar.

Huimos de la desidia crónica,
de reptar impregnándonos de migas ajenas.
Nos fugamos de la perseverancia de la realidad
Sin embargo, en otro lado, el viento también varía,
las baldosas te sostienen con otras formas,
incluso los faroles alumbran y salpican de sombras las miradas
ocultando y descubriendo porciones que no existieron nunca.

Caminar de espaldas a la salida empuja como inercia debida.
Mientras el espejo refleja múltiples combinaciones de nuestro lomo.
Opciones que inevitablemente apartamos al salir.

Oí decir alguna vez que con ruedo extendido o retraído
el atuendo siempre calza para otra generación.
Pero a mi seguir el rastro al cencerro se me dificulta
rodando sobre médanos de inclementes vértigos
creo haber perdido la senda de la pampa fértil.

Desde afuera los espectadores fatalistas sobrestiman el traspié.
y bautizan de catástrofe al pie hundido en el charco.

La condena es proporcional al desencanto
el desencanto es simétrico al ego
y el ego es sinónimo de sabiduría o ingenuidad.

¡Cuanto me resta por remontar!
¡Que ingenuo he sido!

Tres o cuatro pasos…
El zapato se ha secado
Cinco o seis pasos más…
la estela de polvo ha cubierto el charco
Impulso calculado o palpitado.

Retractarse no es fatal
es saber jugar este juego.

26 marzo 2006

PLAY

Todas las vidas pasaron,
y en sus ojos el umbral.
Se ajustó la boina de lado
en el ángulo en que la vista apunta.

Un adoquín pasó flotando,
En la otra orilla, un perro daba la última pitada a un puro.
Mientras, sobre un camalote, un carnaval surcaba a la deriva
festejando que el río sobrevivía al empedrado.

Sabía cambiar de tema…
Y como lo hacía…

Desprendía las astillas clavadas en la frente
del mundo que se llevó por delante
Subió, entró y en el vacío…
No había más que hacer.

Todas las vidas pasaron,
y en sus ojos el umbral.
Cenizas y un rosal a medio quemar
Docena de espinas, docena de flores elevándose por la chimenea
A medio desaparecer,
la hoguera realza la certeza que lo que vivió se tatúa en la piel más gruesa.


Todas las vidas pasaron,
y en sus ojos el umbral.
Espadas de madera… Relojes en FAST FORWARD.
Rubor de inocencia, pulsación arrebatada y la desnudez de otros labios en REWIND.
PAUSE agonía ácida, estridencia ahogada y perturbadora.
Mientras la copa de más pende entre el borde y el paladar.
STOP, breve paz, sueño forzado, saborizando de muerte el vivir.

Todas las vidas pasaron,
y en sus ojos el umbral.
PLAY.

08 marzo 2006

En el andén

El aspa del molinete me golpeó con fuerza la pierna derecha que avanzaba cansina marcando el paso al resto del bagaje de músculos, huesos y órganos. Aquel inesperado dolor extrajo de mi boca un insulto quejoso, literalmente,: Ay, la puta!!!, que apresuré a masticar a la altura de: que te parió... por lo chabacano, aunque exacto, mientras la mirada se hacía cargo de identificar al agresor que me precediera en la hilera para llegar al andén. Una mujer que iba balanceando dificultosamente dos bolsos inflados hasta el límite de capacidad. Su andar dibujaba una estela de bravuconeada indiscriminada, una huérfana ira buscando su razón de ser. Abriéndose paso entre la masa de gente como lo haría una emperatriz, el capo de cárcel, un rompehielos. En su camino recibía comentarios, improperios, empujones a los que ella contestaba con la cara desencajada, con ojos encendidos y boca salivando groserías apocalípticas. Constatada largamente su demencia desistí de proseguir con el proceso en su contra. Aunque la verdadera razón de mi desistimiento virtual fue por el sentimiento de pena hacia aquel ser que caminaba en el lugar como una niña urgida por alcanzar un baño, en la cornisa del andén sin dejar de sostener las bolsas desestabilizadoras. Ese rostro desencajado guiado por algún extravío dejaba entrever en la mirada una triste resignación. La resignación de aquellas personas que parecen rodeadas de una innata aura salada, insufrible, intolerable, que reciben improperios instantáneos y el rápido destierro de la estima de propios y ajenos al menor destello de perturbación, al mínimo paso. El estigma de ser insoportable.
El subte no hacia su aparición, los futuros pasajeros se acumulaban en los baldozones grises del andén agudizando el oído intentando percibir las vibraciones de la máquina aproximándose. Oficinistas, escolares, turistas y sedientos carteristas habitaban ese ecosistema de paso. De entre la nada del túnel se vio despegar la punta de la maquina,. busqué a la dama de las bolsas, y tal como me lo imaginaba la hallé adelantándose a los demás pasajeros a fuerza de maña, descortesía y falta de tino. Me robó una sonrisa cuando se sujetó un muchacho como un defensa esperando rechazar un tiro de esquina. Los vagones pasaban como una bola sobre el tazón de la ruleta. Un calvo miraba a la demente de reojo iba tomando rubor, dos adolescentes de uniformes se tapaban las carcajadas, una madre con su niño en brazos le consumía el cuello imaginariamente asfixiándola y detrás de la madre, como una pincelada mas rodeando la figura me pareció verla. Ver a Eva. Me pareció ver el perfil de Eva absorbido por las puertas del vagón. Preso por una repentina deseperación aplique los dotes de la anciana me volví entre el grupo que me rodeaba, me insultaron, me empujaron de mala gana el sonido de la chicharra anunciaba el cierre de las puertas entre la puerta me dividió por la mitad chocó contra mi brazo y se regreso volvió a sonar el chirrido. Una breve mirada de disgusto se apodero de mi figura pero brevemente me volví invisible un anónimo mas ingresando de apuro al subte. un anónimo que no causaba recelo, aprensión como la mujer atolondrada. No tenia capacidad de maniobra me coloqué en el espacio entre las filas de asientos justo contra puerta lateral intente mirar sobre las cabezas entre los brazos y piernas pero no pude encontrarla. Pero esta sera otra historia.

Nos vemos en unos 10 días, me voy de vacaciones!!!! Buena vida para todos!!!!

28 febrero 2006

Almuerzos dominicales

La vida corre, no se compadece de nadie, seres, lugares, cosas e instantes pasan, se esfuman, nunca existieron. Pero en ese frenesí incontrolable siempre hay un segundo para manotear un botín, un souvenir, detonar el hollín que cubre algún momento, objeto o gesto especial entre los muchos guardados en el altillo de la memoria. Los coleccionamos, conservándolos en los embalajes de los recuerdos, pero solo un puñado sabemos distinguir a simple vista.
De estos porta retratos que conviven en ágiles neuronas mi preferencia recae sobre los almuerzos dominicales en casa de mis abuelos. En esos banquetes de idioma común había pasos de comedia para cada tipo de comida, loas y aplausos para el chef del día, una lugar para cada uno en las inmediaciones de la mesa, abuelos, padres, tíos, hermanos, primos, almohadones para los que no alcanzábamos a elevarnos por sobre los alimentos, resumen noticioso: fútbol, política, rumores de la farándula, familiares, barriales, flautitas, vino, soda, fideos, asados, quién quiere más helado? De vez en cuando algún tío revolucionario planteaba tratados filosóficos complejos acerca de la “libertad ambulatoria nocturna” o dicho de otra forma “libertad de salir hasta altas horas de la madrugada” que eran refutadas por mi abuelo, jactándose de ser heredero de Simplicio con su: Sanseacabó, silencio de iglesia, y continuar con el bullicio por otros temas. Y de pronto, como venida de la nada o fruto de una cadena comentarios azarosos alguno de los protagonistas comenzaba a destejer una historia. Entonces, el comedor comenzaba a llenarse de inmigrantes italianos recién bajados del barco, o se transformaba en la pista de baile de algún club de barrio, o en un baldío, donde hoy se erigen mansiones, y alguno jugo el partido de su vida, pasaban personajes oscuros que imaginaba escondidos en galpón del fondo, héroes de vereda, coqueteos que hoy me permiten existir. Relatos furtivos o best sellers reeditados domingo a domingo demandados por un público cautivo. Almuerzos dominicales la matriz de la mitología familiar.

La vida corre, no se compadece de nadie, seres, lugares, cosas e instantes pasan, se esfuman, nunca existieron.

No hizo falta volver a preguntarme por que escribo.

Che, vengan a la mesa, que se enfría la comida!!!


17 febrero 2006

PARADOJAS


Que paradoja!
El sueño no me dejaba dormir
me retenía
en el sombrío mundo de los desvelados.
Entonces comprendí que el sopor tiene un límite
y que debe vaciarse aquel costal,

pero solo del modo adecuado.
Tomar uno a uno los objetos sensibles,
cubrir los ásperos, atender los filosos,
evaporar los banales.

Caí en la cuenta
que todo conlleva una contradicción,
que cada acto esta bien y mal al mismo tiempo,
que convivimos con las parradojas:

Los deseos no prescriben
su semilla se conserva
a la espera
de la tormenta que les den vida.

Saboreamos triunfos y fracasos
pero la clave es aguantar el empate.

Descubrir que es la vida codo a codo de otro ignorante
entraña una batalla contra un adversario que duplica nuestras fuerzas.

Los romanos sabían de conquistas
saboreaban el fruto novedoso y luego arrasaban sin dejar raíces.

No es sano dilatar los ocasos,
ni clausurar el amanecer para otro momento.

Si miramos hacia el cielo recordemos:
que las estrellas fugaces guardan bien los secretos,
que la luna es una delirante seductora
y que el sol es un soplón sin remedio.

Un pie de cada lado de la frontera
no te asegura una salida
y es altamente probable
que se resquebraje el centro.

Beber con moderación
no sacia la sed.

Y muchos disfrutan la música
de bajo volumen.

Los emperadores disfrutan de su imperio
hasta que un meteorito cósmico o un puñado de plebeyos envidiosos
se deciden a caer sobre ellos.

Las sabiduría nace
cuando damos la segunda vuelta de llave a la puerta de salida.

El silencio mientras ensordece lo vivo atrae fantasmas
como la sangre a los tiburones.

Las camas sin rechinos
son mensajes irónicos de sabanas sin arrugas.

Si en mi muñeca no gira el carrusel del tiempo
soy cumplidor del destiempo

Si a mi falange no lo aprieta un grillete dorado
soy errante del compromiso.

Si mi espejo no tiene sintonía fina
mi alma se desaliña.

Que paradoja!

Si la vida no se vive,
si estando no presencie,
si llueve me quedo

Este Ser soy yo ?




.







12 febrero 2006

TSUNAMI

Cae la tarde sobre la arena.
Un par de pies descalzos disfrutan la frescura de un charco.

TSUNAMI…

El temblor. El quiebre.
Ondas intermitentes, nerviosas.
Las aguas acalambradas no superan la tensión.
El silencio teme interrumpir,
se esconde entre las hojas trémulas.

TSUNAMI…

Jabalinas de luz tajean las nubes.
Las rocas despiertan de su letargo
anunciando tardíamente el desequilibrio.

TSUNAMI…

El fango rebalsando los poros.
La sed del mar ahogando la espuma.
Los nidos huyendo hacia la temprana noche,
mientras las aves sorprendidas prenden fogatas guías.
El resto de los mortales, vuelven sus rostros a la tierra
al cielo, al Cielo, a la mugre, a los maniquíes pálidos,
a la desesperación.

TSUNAMI…

El charco, el lodazal. Fluidos hediondos.
Olas hambrientas devoran estatuas desconcertadas,
arrastrando el sinsentido a tierras lejanas.
Neumáticos, reposeras y puertas.
Elefantes observando desde rascacielos.
Biberones cambiando de manos como billetes.

En otro lado, un pequeño destruye un hormiguero.

Como un Tsunami.

Como la imperceptible erosión del tiempo.

Como la impredecible pausa de la vida.

05 febrero 2006

INSOMNIO

Como un roedor perseguido fue alzándose rama a rama hasta alcanzar la copa del árbol de las dos puntas. Sujetándose de esa pareja de contrincantes parábolas comenzó a hamacarse perdiendo su mirada en el escote de las estrellas.

Visto desde el lago, el doble final de aquel frondoso árbol devolvía la silueta de un pez ensartado por el filo de un arpón.

Las luces del camino eran luciérnagas en franca retirada. Solo la noche y sus murmullos lo acompañaban, aunque él difícilmente lo notase.

No hay un lazo, una puerta o un rastro de migas de pan que te conduzca al placido sueño. No hay un renglón elocuente que se digne a dar una explicación exacta.

Contemplaba la flora de la noche como una visión borrosa, un retrato anónimo, un lenguaje muerto. Arrullando el desvelo, el hervor, el tedio.

De un brusco coletazo el pez se libró del arpón, esfumándose en las profundidades del lago.



28 enero 2006

DUDAR HUMANUM EST


Tal vez sea cierto que debamos perderlo todo
para por fin redimirnos.
Así, de un golpe noqueador,
crudo.
Beber de a sorbos la orfandad que sirve la derrota.
Y si acaso sucedería el fenómeno
en el que la sangre se estancara,
tan solo corriendo por las vías de las extremidades
sin alcanzar los nudos encima del cuello.
Tal vez así, seriamos más sencillos,
menos drásticos,
o al menos, unos sometidos inimputables.
Pesa y se expande
la carga de lo debido.
La pendiente de lo ansiado no coopera,
se inclina cada vez más recta.
De repente, te encontrás erguido
sobre un par de baldosas resquebrajadas
observando la infinitud del horizonte.
Atrás, al frente, arriba, a los pies o de sesgo.
El siguiente paso el más importante.
Tan simple y frontal como una huella.
Lo planeas,
lo ves,
lo compadeces
soportando el bagaje de miedos,
risas agazapadas, sueños recurrentes,
incertidumbre creciente.
Quizá, lo correcto sea sujetarse
al suelo en que tallamos nuestra silueta.
Pero si siempre miré lejos,
y desde el comienzo el andar es a los tumbos
me pregunto:
Qué hago con este ímpetu anestesiado?
Allá voy!!!
o me retracto.
No siempre lo necesario fue acertado,
ni lo actuado llenó el espacio.

Mañana? No sé, dame tiempo…

Soy hombre.
Soy dudas.
Estoy decidiendo.

22 enero 2006

Yo quiero ser auténtico... Y Usted?

En la era de la comunicación instantánea con seres surfeando en cavernas, izando banderas en los picos más elevados o tomando un cortado a cinco dígitos de distancia. En los tiempos de saber tras un doble clic en cuantos mundiales de fútbol participó Hungría, de la posibilidad de hallar, en el mismo millonésimo giro alrededor del sol, en la misma parábola de la luna y del reloj a un pibe de Saigón ajustándose los cordones del mismo par de zapatillas que el de Uno de Villa Luro, mientras las hermanas de ambos “garabatean” un english de mimo al son de Robbie Williams proveniente de un iPod recién traído de la “Triple frontera” o importado de USA pero, Made in Vietnam, quiero decir: NECESITO ENCONTRARME!!!

Estas letras desparramadas no buscan lanzar otro escupitajo a la globalización. Ni subirme, desde mi ignorancia, al bravío potro de las diferencias dialécticas (políticas, religiosas o limítrofes). Pecaría de ingenuo, o peor aún, de necio, proclamarme en contra de las ventajas maravillosas de la tecnología, de pertenecer a una tribu, del Speed con Vodka o de las havaianas que uso en este instante.

Lo que intento es llamar la atención y así poder advertir sobre la pérdida de identidad. Estar atentos de no caer en la mecanización de la vida, asimilando fórmulas preestablecidas que reproducimos tantas veces como el estímulo lo procure. La necesidad “viciosa” del “Llame Ya” gana en adeptos a pasos agigantados, es “obvio” puesto que los beneficios se multiplican, nos dan el segundero gratis si compramos el reloj en los próximos 5 minutos. Saber antes, predecir, perfeccionar, nada nos sorprende. La idea de clonación, se traslada al gusto más privado, descomprime el disco rígido, anulando los archivos infectos de libre pensamiento (al parecer abarcan mucho espacio).

Yo no quiero saber todas las respuestas, tampoco ser un imbécil que si no entiende un tema se fastidie o se aburra.
Reivindico la ira como motor de cambios, la puteada como expresión exacta y el desenfreno de mis 5 años.
Me gusta tomar un cortado solo al lado de una ventana, escribir con lápiz en mi cuaderno de divague, el silencio nocturno de mi barrio de la infancia.
Me encantaría conocer Europa, publicar un libro de cuentos y animarme a tirar una chilena en el picado de los domingos.

En fin… YO QUIERO SER AUTENTICO… Y USTED?

20 enero 2006

Bienvenida del anfitrión

Formalmente les doy la bienvenida al piso 12. Como su anfitrión me siento en la obligación de advertirles que la casa no se hace cargo de los efectos colaterales que les puede ocasionar su contacto (entiéndase por efectos colaterales: daños psíquicos, tedio recalcitrante, alegría fatal, encono crónico). Al mismo tiempo, siéntanse libres de quedarse, salir, incendiar, destruir, pintar su paredes o simplemente fisgonear.

19 enero 2006

Piso 12

El piso 12, es un símbolo. El piso 12 es la distancia exacta en que se eleva el delirio, el amor, la discordia ,la alegría, la mentira y el penar. El piso 12 es una celda. El piso 12 es un bunker de guerra. El piso 12 es el arbol más alto de la cuadra. El piso 12 es un faro que guia en la tormenta. El piso 12 es la razón por la que pierdo 24Hs. cada año. Piso 12 "la ventana está abierta".