Blande la luna su brillante soliloquio.
La madre de todos los relatos,
y de todos los pecados…
Un vestido vaporoso,
un manto de Lagrimas.
Capas de héroes derrotados
Se mecen en caída libre
desde el escarpado acantilado
del todo es posible.
Una noche para cambiar
Una coz en la sien
El Lado b de canciones profetas
El maquinista frena y se saca un pasaje a Alaska
Se Compra dos huskies y se deja llevar por pomposas vías nevadas
Los pasos largos que heredé de mi padre se detienen.
Doy un respingo en el aire
y
comienzo a andar con
estilo.
Estilo propio.
Suenan las teclas de la nocturnidad
Miles Davis su sonrisa astuta y Jack
Camino Solo en esta babel
tanguera
donde en todos hallo rasgos de mis abuelos,
de mi difunto perro
y aquel otro que me mordió.
Me aguarda un techo donde
cuelgan costelaciones de origamis,
monedas de la suerte, mandalas y atrapasueños;
olor a carne asada cebolla
reogada y laurel;
Un vino cómplice q se sabe todas las señas y sabe guardar secretos.
Qué puede salir mal, si de la otra frontera de la mesa están
los mil un besos necesarios antes de morir.
Cierra esta velada a puro Rock & Roll.
Nada de sedalinas de melosidad.
Pasión de vivir fuerte.
Knock out Bonham
Vuelo Mollo-claptoniano
Ritmo Arnedo-pepper
y mi voz desvergonzada
mi aullido lunático diciendo
esta es
Una noche para rockear.
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